Hoy en día por la falta de tiempo, por la necesidad de un asesoramiento en temas de propiedad horizontal, por una mayor seguridad jurídica y por la necesaria mediación de alguien ajeno a la Comunidad en conflictos entre propietarios, surge en las Comunidades de Propietarios, la figura cada vez mas común de los Administradores de Fincas colegiados.

En ese Contexto nace A & C Gestión, con la intención de dar los mejores servicios a las Comunidades de Propietarios, que administramos con total profesionalidad y transparencia.

Gracias a nuestros clientes, crecemos día a día, por lo que somos capaces de ofrecer mayores y mejores servicios. Nuestra forma de trabajo, es informar siempre al Presidente de cualquier asunto que afecte a la Comunidad, presentando los presupuestos que se deseen solicitar para su aprobación, bien por la Asamblea General, bien, y, si así se determina, por el Presidente de la Comunidad.

No dude en consultarnos cualquier duda que pueda surgirle, bien empleando los formularios que para su comodidad existen en nuestra página web, o bien solicitándonos una entrevista personal que atenderemos gustosamente donde usted nos indique.

¿Por qué un administrador de Fincas?

El Administrador de Fincas es un profesional dedicado a la administración de casas o edificios compuestos por viviendas o locales con dueños independientes, pero que a la vez son condueños de ciertas partes comunes, como son el ascensor, la escalera, la portería, la antena parabólica, etc.

Se puede definir al Administrador como la persona que vela por el buen funcionamiento de la casa, sus servicios e instalaciones. Para ello prepara un plan de gastos, que somete a la junta de propietarios, atiende la conservación y mantenimiento de la casa, ejecuta los acuerdos de la asamblea y actúa de secretario custodiando los documentos de la Comunidad (en el caso de que sea administrador-secretario).

Se deduce pues que el Administrador es un profesional y no alguien, que simplemente hace recibos. Como tal profesional la relación con la comunidad debe ser una relación de confianza aunque en la actualidad está cobrando relevancia la figura del contrato firmado entre la comunidad y el administrador. A través de este contrato se conseguiría que ambas partes tuviera una referencia clara de las cláusulas que rigen la relación, fijándose en éstas las obligaciones y forma de actuación del administrador, los honorarios y la duración del contrato.